Museos, memoria y deseo.

Museo Nacional de Arte (MUNAL) - CDMX

La palabra MUSEO proviene del griego mouseion, que significa "la casa de las musas"; las cuales dentro de la mitología griega siendo hijas de Zeus y Mnemósine, fungían como fuente de inspiración dentro de las ramas artísticas y científicas, por lo que los poetas/artistas las invocaban para crear sus obras.

De repente me parece que, a través de los museos uno busca respirar un aire nuevo con el que surjan nuevas ideas, nuevas palabras, nuevas maneras de pensar, o que aquellas que ya existen dentro de nosotros encuentren una forma y sentido. Como dice Pablo Fernández Christlieb: 

"Los lugares son la memoria del pensamiento de la sociedad. La casa, la calle, los cafés, el parlamento, (los museos), y el propio cuerpo son los espacios que la gente ocupa, y al hacerlo, va pensando con ellos".

Al subir por las escaleras de este tremendo lugar sentí ganas de llorar, después de unos meses difíciles estaba de pie frente a este monstruo que al mismo tiempo me resultaba un espacio contenedor, el cual me invitaba a sentirme segura reconociendo dentro de mi un profundo deseo de descubrir, de dejarme sorprender.

A la primera exposición que entré fue: "Voces de la Tierra: Lenguas Indígenas" dentro de la cual se hace énfasis en la diversidad linguística que México posee, y que sin embargo, muchas de las lenguas indígenas están en peligro de desaparecer.

Como explicaban en la introducción: "La lengua es una de las más entrañables manifestaciones culturales de los pueblos, pues no sólo expresa una actitud colectiva frente al mundo y ante la vida, sino que también es el soporte que permite hilar los recuerdos y tejer la historia. Todos los hablantes forjamos nuestro legado cada vez que hacemos uso consciente de las palabras."

"Arranca mi palabra y mi aliento,

busca la raíz de cada sonido palpable,

y regala esta voz al viento"

- Martín Tonalmeyotl

"Limpia mis ojos padre,

que cansados están de no mirarte,

de lloverte flores para ninguna tumba."

- Irma Pineda Santiago

"Cuando muere una lengua,

Sus palabras de amor,

Entonación de dolor y querencia,

Tal vez viejos cantos,

Relatos, discursos, plegarias,

Nadie cual fueron

Alcanzarán a repetir.

Cuando muere una lengua,

Ya muchas han muerto

Y muchas pueden morir.

Espejos para siempre quebrados,

Sombra de voces

Para siempre acalladas:

La humanidad se empobrece."

- Basado en un poema de Miguel León Portilla

Después visité la sala donde exhiben algunas pinturas de José María Velasco, de las cuales me encantaron estas dos por las tonalidades de azul que el artista logró en ellas. Dentro de: Cielos y Aguas: El juego compositivo de los espejos explican cómo Eugenio Landesio quien fue maestro de Velasco, guiaba a sus alumnos a estudiar las nubes dentro de la sección de "celajes", donde colocaban al cielo como protagonista de la pintura. De igual manera, los cuadros bajo la localidad de "Aguas" proponían a este elemento en el papel principal de la obra.

La obra "Mar Atlántico (1889)" me resultó sumamente atractiva, la integración del cielo (celaje) con el mar (aguas) donde ambos parecen tocarse en el horizonte y al mismo tiempo ser un espejo entre sí, reflejando el movimiento y la profundidad que existe entre los dos, abismos nacen y mueren en el fondo de ambos mundos que el color azul trata de simbolizar.

Para finalizar entré a la exposición de Dr. Atl (Gerardo Murillo) en donde explicaban como este artista hallaba en la contemplación del cielo y la tierra un camino hacia la comunión de las fuerzas cósmicas. Su pensamiento estuvo profundamente influido por Henri Bergson, a partir del cual desarrolló el concepto de "intuición primordial", que hacía referencia a una nueva sensibilidad que permitiera aprehender y descomponer mentalmente la materia y así entender el principio de su movimiento.

El nacimiento del volcán Paricutín en 1943 representó para Murillo una oportunidad única para sublimar su amor hacia las fuerzas telúricas, captando en sus dibujos la fuerza violenta (violencia telúrica) de las erupciones de esta energía subterránea que se movía bajo nosotros. Mencionan que esta, su pasión, llevó al artista a sacrificar su pierna, ya que en una explosión del volcán tuvo el accidente.