Ringstrasse: Arquitectura mnémica

Para iniciar la clase nos sumergimos en el contexto histórico, arquitectónico y cultural que acontecía en la Viena de la mitad del Siglo XIX donde Sigmund Freud vivió desde su niñez.

"Ningún proceso puede darse si no hay algo dentro de lo cual pueda transcurrir [...]

Para que el proceso se desarrolle tiene que haber un encuadre que lo contenga."

- José Bleger (1967)

Dentro de este recorrido se hizo mención a la Ringstrasse, que es una avenida que bordea el centro de esta ciudad, formando una especie de núcleo. A través de la historia se puede hacer un trazado de las modificaciones arquitectónicas de esta zona. 

Desde el Siglo XIII la ciudad se encontraba rodeada por una muralla que tuvo que ser reforzada (1529 y 1683) debido a las invasiones otomanas.

Mapa circular de Viena (1529)

Asedio otomano hacia Viena (1529)

Insignia de Solimán "El Magnífico"

En el Siglo XVII el Imperio Otomano comenzó a perder su fuerza después de su intento fallido por conquistar Viena en 1683. Para el Siglo XIX gracias al fortalecimiento de otras potencias europeas así como al comienzo de la Revolución Industrial, este imperio ya no representaba mayor peligro para los vieneses.

La muralla se volvió obsoleta por lo que el emperador Francisco José I decide derribarla para construir un boulevard, que es descrito como una calle de doble sentido, ancha y arbolada. Históricamente, el boulevard es una vía de comunicación basada en antiguas defensas para formar una red de circulación urbana. (eje vertebrador)

Montmartre Boulevard - Camille Pissarro

Ringstrasse - Actualidad (Mountain Dreams)

Cuando Freud se mudó a Viena (1860) el proyecto del Ringstrasse apenas había comenzado. Las construcciones a lo largo de este boulevard transformaron la ciudad medieval hacia una metrópoli.

Durante 30 años el gradual desarrollo de esta obra arquitectónica intersticial formó parte del paisaje visual cotidiano del padre del Psicoanálisis.

"Sigmund Freud era un hombre de hábitos [...] todos los días a las 2pm caminaba por el Ringstrasse, el boulevard trilineal de Viena."

 El Espíritu de la Calle

Un día después de la clase (osea hoy) recordé un libro que leí para la clase de Psicología Social "El Espíritu de la Calle" de Pablo Fernández Christlieb que inicia así:

"Los lugares son la memoria del pensamiento de la sociedad. La casa, la calle, los cafés y el propio cuerpo son los espacios que la gente ocupa, y al hacerlo, va pensando con ellos."

"Cada que pensamos y sentimos, es en realidad la ciudad la que nos está pensando y sintiendo, porque las ideas y los afectos que nosotros utilizamos nacieron y se desarrollaron conforme nacieron y se desarrollaron las ciudades.

Para empezar, puede decirse que la ciudad es una memoria, pero esto no es metáfora: la ciudad no es una metáfora, sino que la metáfora es una ciudad."

La calle como un intersticio, calles que en su conjunto conforman una especie de tuberías que permiten el flujo de información colectiva. Pienso en una analogía con los tubos de nuestro cuerpo: el tubo digestivo, el tubo neural, el tubo cardiaco. Tubos que a veces pierden su forma originaria, pero que conservan su esencia circulante, dinámica, fluyente.

"Nuestro lenguaje está hecho de metáforas: que son la comprensión de una cosa en términos de otra" nos explica Pablo Fernández haciendo hincapié en que cuando nuestro lenguaje se esclerotiza, se incapacita y deja de ser poiético, es que las metáforas que lo construyeron se hallan muertas. "Para resucitarlo hace falta por lo común, un niño o en su defecto, un poeta."

"El pensamiento como un lugar construido y distribuido, por donde los objetos y las personas pueden transitar y habitar. Pero las imágenes de los lugares y las cosas que se construyen y se distribuyen en el pensamiento están ahí: reales, visibles, tangibles, fuera de nosotros y fuera de las palabras."

"El espacio es totalmente simbólico."

Topos: El lugar común (locus communis) 

Los griegos nombraron el lugar común como "tópico", ya que para ellos el proceso de conocimiento se hacía a través del diálogo, la discusión, el conflicto de las ideas, originando la retórica como el arte de construir pensamientos que puedan ser comunicados.

"Los griegos pusieron al pensamiento público un nombre de lugar, como sabiendo a ciencia cierta de dónde vienen las metáforas."

"Pero los griegos no sólo pensaron el lugar común, también lo construyeron: la plaza pública (ágora) como una vía o espacio para pensar. [...] y es que todo pensamiento se da frente a un público (real o imaginario)"

"La metáfora del lugar común (tópos) se inventó en el lugar común sin metáfora: los que inventaron el lugar común del pensamiento construyeron al mismo tiempo el lugar común de la plaza pública."

"El lugar común es al mismo tiempo pensamiento y espacio. Trazar la plaza pública equivalió a crear un espacio dentro del espacio. [...] Fabricaron un espacio excluido del espacio que todo lo incluye."

Memoria arquitectónica 

The Sydney Morning Herald, (2006) Freud´s Viena. 

Fernández, P., (2004) El Espíritu de la Calle. Editorial Anthropos.