Infancia, Lenguaje y Herencia
“Los que tienen su patria originaria en la infancia,
debe seguir viajando hacia la infancia y a través de la infancia.”
— Giorgio Agamben
- La teoría de la infancia permite darle una respuesta coherente a este problema. La dimensión histórico-trascendental, que designados con ese término, se sitúa en aquel "hiato" entre lo semiotico y lo semántico, entre la pura lengua y el discurso.
(que para hablar necesite despojarse de la infancia para constituirse como sujeto en el lenguaje)
rompe el -mundo cerrado del signo, y transforma la pura lengua en discurso.
En tanto que tiene una infancia,
en tanto que no habla desde siempre,
el hombre no puede entrar en la lengua como sistema de signos
sin transformarla radicalmente,
sin constituir la en discurso."
- Lo semiotico no es más que la lengua prebabélica de la naturaleza, de la que el hombre participa por hablar, pero de donde siempre está saliendo en la Babel de la infancia.
- Lo humano no es más que ese pasaje de la pura lengua al discurso; y ese tránsito, es instante es la historia.
- La oposición de la naturaleza y la cultura, se vuelve inmediatamente más clara si la traducimos en los términos usuales para los biólogos: herencia endosomática y exosomática.
- Naturaleza; patrimonio hereditario transmitido mediante el código genético.
- Cultura; patrimonio hereditario transmitido mediante vehículos no-genéticos, de los cuales el más importante es por cierto el lenguaje.
(por naturaleza y eu-trofización)
από τη φύση και τον ευτροφισμό
- El homo sapiens puede definirse como la especie viviente que se caracteriza por una doble herencia, en tanto que añade a su lengua natural (ADN) un lenguaje exosomático (tradición cultural).
- Pero sí nos limitaramos a estas consideraciones, dejaríamos de lado aspectos esenciales de problema: la complejidad de las relaciones que se dan entre ambas formas de herencia, y que no es posible reducir a una mera oposición.
- En el hombre se produjo una separación entre la disposición para el lenguaje y el proceso de actualización de dicha virtualidad.
- La dualidad (no dualismo) de herencia endosomática y exosomática, de naturaleza y cultura en la especie humana debe entenderse de una manera nueva. (parece que Eva Jablonka leyó a Agamben)
- El lenguaje humano se encuentra entre ambas, articulándose por lo tanto sobre esta diferencia, y a la vez sobre esa resonancia.
- Las oposiciones binarias adquieren un significado particular. El lenguaje humano debe implicar necesariamente una estructura tal que le permita el pasaje de la una a la otra. (ya mismo pienso de nuevo en el quiasma)
Podemos concebir lo endosomático (tesis) y lo exosomática (antítesis),
la naturaleza y la cultura como dos sistemas distintos
que al entrar en resonancia en el lenguaje producen un nuevo
y único (síntesis) sistema.
- Se sitúan en la identidad-diferencia (en la khora, diría Platón) entre esas dos zonas, en un "lugar" del que acaso sólo sea posible brindar una descripción topológica, y que coincide con la zona histórico-trascendental -anterior al sujeto del lenguahe- que hemos definido como la infancia del hombre.
- Estructurado así sobre la diferencia entre lo endosomática y lo exosomático, entre la naturaleza y la cultura, el lenguaje pone en resonancia ambos sistemas y permite su comunicación.
- Esta "superposición" le añade a la significación semiótica otro sentido y transforma el mundo cerrado del signo en el mundo abierto de la expresión semántica.
- La infancia del ser humano adquiere entonces su sentido propio cuando se la sitúa contra el fondo de la diferencia entre la herencia endosomática y exosomática.
"La infancia es la máquina opuesta, que transforma la pura lengua prebabélica en discurso humano, la naturaleza en historia."
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