Bridging differences

 

Ante un paradigma inmunológico, habría que comenzar a construir un paradigma sin(háptico).
adaptado del artículo original del GGSC

¿Por qué estamos divididos?

Cada vez nos encontramos más divididos a partir de líneas sociales y políticas. La evidencia de esta polarización se puede encontrar desde nuestras relaciones íntimas hasta los debates de políticas  públicas.

Las diferencias no tendrían por qué dividir a las personas, pero contamos con una tendencia arraigada en la evolución, de dividir el mundo entre "nosotros" y "ellos", a tratar a los miembros de nuestro "propio grupo" con amabilidad mientras que nos comportamos mal con grupos externos, extranjeros, extraños, ajenos. Estas tendencias pueden ser especialmente pronunciadas en momentos en que nos sentimos estresados ​​o amenazados, ansiosos por nuestra propia seguridad o supervivencia.

A través de atajos mentales conocidos como "heurística", hacemos juicios rápidos sobre las otras personas, que pueden volverse negativos en determinadas circunstancias. Por ejemplo, las opiniones sobre los inmigrantes pueden estar formadas por las historias negativas en las noticias de la TV, que aprovechan esta "heurística de disponibilidad", a través de la cual hacemos nuestros juicios basándanos ​​en información inmediatamente accesible o repetitiva

Las personas que no están expuestas a otra información comenzarán a formar estereotipos sobre los grupos de inmigrantes, que en algunos casos pueden utilizarse para racionalizar la explotación o la discriminación. Este tipo de procesos psicológicos facilitan la demonización de los grupos ajenos y la participación dentro de un comportamiento chovinista, lo que favorece la creación de las divisiones en las que estamos inmersos.

Al comprender las raíces sociales y psicológicas de la polarización, podemos promover soluciones que ayuden a unir a las personas por lo que comparten en común, no por lo que las distingue.

Hay una gran diferencia entre tener desacuerdos y dejar que esos desacuerdos definan quiénes somos. Pertenecer a grupos antagónicos y polarizados puede tener consecuencias dañinas en casi todos los ámbitos de nuestra vida, desde nuestros hogares hasta la calidad de nuestro gobierno. Es más, algunos de nuestros mayores objetivos solo se pueden lograr negociando nuestras diferencias y uniéndonos.

A pesar de nuestras tendencia profundamente arraigada a dividirnos en grupos, los seres humanos también tienen la propensión a ampliar y cruzar los límites de su grupo. La historia reciente lo ha confirmado: a pesar de los conflictos sectarios extremos del siglo XX, en muchos aspectos el mundo actual es más pacífico y tolerante que nunca, gracias en gran parte al activismo de construcción de puentes en todo el planeta.

¿Cómo comenzar a construirlos?

Aquí hay algunas formas en que la investigación nos ha demostrado que podemos construir puentes a través de nuestras diferencias:

  • Contacto intergrupal. Las investigaciones sugieren que fomentar el contacto entre miembros de diferentes grupos es una de las mejores formas de salvar las divisiones, pero solo en las condiciones adecuadas. En uno de los análisis más completos del contacto intergrupal, encontraron que un mayor contacto podría reducir los prejuicios entre grupos divididos en dimensiones como raza, orientación sexual, discapacidad y enfermedad mental. Sin embargo, para que estos esfuerzos tuvieran éxito, debían existir ciertas condiciones importantes (encuadre), incluido el hecho de que los grupos debían compartir objetivos comunes y su contacto debía contar con la aprobación de las figuras de autoridad pertinentes.

  • Identidades compartidas. Otra forma de salvar las diferencias es centrándonos en las identidades de nivel superior que compartimos con otros, que trascienden las identidades de grupo más específicas que tienden a sembrar la división. Por ejemplo, un estudio de 2005 encontró que los participantes, todos fanáticos del fútbol, ​​tenían menos probabilidades de ayudar a un corredor lesionado si ese corredor usaba una camiseta de un equipo de fútbol rival. Sin embargo, en un experimento posterior, se recordó a los participantes su identidad más amplia y general como fanáticos del fútbol; después de eso, era más probable que ayudaran a un aficionado lesionado de un equipo rival que a alguien que no llevaba ninguna camiseta de fútbol.

  • Ponernos en la piel de nuestros oponentes. En un par de estudios que analizaron los conflictos basados ​​en la raza, los investigadores emparejaron a inmigrantes mexicanos con estadounidenses blancos y a israelíes con palestinos, a todos se les pidió que compartieran sus perspectivas sobre las dificultades de la vida en su sociedad y que tomaran la perspectiva del persona del otro lado. Para ambas parejas, este diálogo mejoró las actitudes de los participantes hacia el otro grupo, fomentando la empatía y los sentimientos cálidos. Es importante destacar que algunas pruebas sugieren que durante las interacciones entre miembros de grupos que han estado en desacuerdo entre sí, es probable que el grupo con más poder social experimente mayores mejoras en sus actitudes hacia el otro grupo cuando adoptan (recepción) la perspectiva de la otra persona, mientras que los miembros del grupo con menos poder social es probable que experimenten mayores mejoras en sus actitudes hacia el otro grupo cuando dan su perspectiva.

  • Concentrarnos en las características individuales de los demás, no en su identidad grupal. Las investigaciones han descubierto que cuando las personas ven a alguien de otro grupo, sus cerebros y cuerpos pueden responder como si estuvieran enfrentando una amenaza física (dispositivo inmunológico). Sin embargo, cuando se les anima a ver a esas otras personas como individuos con gustos propios y preferencias únicas, por ejemplo, imaginando la verdura favorita de la persona, sus cerebros ya no entran en modo de detección de amenazas.

  • Practicar el "re-encuadre moral". Si está tratando de atraer a personas del otro extremo del espectro político, piense en los valores que resuenan con ellos, luego presente su argumento en términos de cómo apoya esos valores, no en términos de sus propios valores.

Referencias


GGSC Bridging differences: Defined. 




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